lunes, 24 de mayo de 2010

A 50 años del terremoto de Valdivia 1960


El día 22 de mayo recién pasado se cumplieron 50 años de que ocurriera el terremoto y maremoto más grande que la humanidad alla podido registrar: Valdivia 1960.

Con una magnitud de 9.5 grados en la escala de Richter es el antecedente directo de la enorme catastrofe que vivimos en la actualidad.

Aqui queremos mostrar lo que viveron los Escafandras bajo el mar para esa apocaliptica tragedia vivida hace 50 años, estamos seguros que alguna enseñanza obtendremos de su histórica experiencia.

MAYO DE 1960

…En la Isla Sebastiana todavía no estaban pa morir…en Maullín se salvó el gato, y navegando desde Pinuno a Quenuir se perdió el Flaco González.

El terremoto del 22 de Mayo de 1960, más conocido como el Maremoto de Valdivia fue feroz: alcanzó 9,5 grados en la escala de Richter, sintiéndose en todas las costas del Pacífico, es el más grande del que se tenga registro en todo el planeta. Existen varios estudios y publicaciones sobre el maremoto del sesenta, aquí no lo abordamos en profundidad, solo reproducimos los relatos de los coautores de este libro:
En la Sebastiana: “Todavía no estábamos pa morir.”
Don Eliseo vivía en Carelmapu, y como era frecuente en esos años trabajaba la ostra con su tripulación en la Bahía de Ancud, sin embargo la ostra estaba escasa y había mar calma, así es que habían decidido salir al loco. En eso estaban cuando vieron un barco naufragado en la Punta la Pelá, se entusiasmaron y partieron a ver qué pasaba en La Sebastiana.
Al llegar, vieron “tremendo animal” ¡Era un barco enorme! tenía unos ciento ochenta metros de largo. Dicen que era noruego, otros que era libanés, dicen que era de Aristóteles Onassis. El Coral parece que se llamaba. (Moroco)
Ahí estaba también La Gloria, la lancha de la Capitanía de Puerto de Ancud, los marinos estaban rescatando cosas, hicieron viajes todo el día llevando cosas del barco. Estuvieron todo el día esperando que se fuera La Gloria, pero la última vuelta que dio ya estaba casi oscuro. Así es que decidieron quedarse por ahí a pasar la noche, había otras lanchas esperando lo mismo. Todos se quedaron a pasar la noche.
Al día siguiente el tiempo seguía bueno así es que se fueron derechito a sacar lo que más les interesaba del barco: el cabo pa fondeo. Llevaban dos embarcaciones, una a motor y la otra al pasito (remolque). Un primo de Eliseo subió al barco y les tiró una punta del cabo, estaba nuevito, era de tres cuartos, especial pa fondeo. Y empezaron a tirar, pero no se acababa nunca. Cargaron tremendo alto, las dos chalupas en puro cabo, y otras cositas: atornilladores y cuestiones de esas. Pasaron a dejar unas pocas cosas a la Isla Sebastiana y se fueron afuera a Farellones a esconder el cabo que habían sacado. Dos días después vino el terremoto y se llevó todo.
Por ver qué podían sacar del barco no fueron mar adentro al loco.
Eliseo y su tripulación fueron a ver el barco antes, pero el día del terremoto había trece personas mirando y sacando cosas del barco y estuvieron tres días allí después del terremoto. Nadie se dio cuenta que había gente. Hasta que el carabinero Rosas, que estaba allá, empezó a disparar hacia las casas, arriba. Ahí se dieron cuenta que había gente en el barco.
El Finaito Atilio (de Maullín), botó una chata y los fue a sacar a todos. Las trece personas se salvaron. Nosotros creíamos que estaban todos muertos ¿Quién iba a pensar que se habían salvado? Dicen que había uno que lloraba y rezaba. Fueron por mirar y los pilló el maremoto. Se salvaron todos, si. (Eliseo Sánchez)
José Ulloa, más conocido como Moroco es una de las personas que se encontraba en el barco el día del terremoto.

Como a las dos de la tarde sentimos que el barco se movía para todos lados, estábamos en una bodega, sacando unos tremendos pernos, subimos a mirar arriba, y bajamos otra vez a trabajar, estaríamos unos quince minutos abajo cuando sentimos el griterío arriba, así es que subimos a mirar. El mar estaba a cuatrocientos metros de altura ¡Era enorme! Así es que salimos disparados pa la proa. Había otro caballero que se quedó un poco atrasado pero se agarró de unos tensores, subió, y se salvó. Éramos como trece personas, todos agarrados del barco. Era como una isla, piense que el barco iba cargado de fierro para Argentina. (Moroco Ulloa)
Modesto Antecao también andaba mirando qué pasaba con el barco naufragado. Andaban en un bote chico con otro compañero, cuando empezó a temblar. Ahí partieron a Carelmapu, se fueron con la primera subida de mar; subió a la Picuta y ahí vio cómo se secó la Bahía de Carelmapu:
Se veían hasta los chapos. En eso veo una especie de polvareda en el océano. Era el mar que venía avanzando. Era como si vinieran cinco mares feroces. Eso barrió la Isla Sebastiana, Farellones, y por Quillagua también pasó pa arriba. Así es que cuando vi que eso venía, le grité a la gente que estaba mariscando: “Apúrense que el mar viene de vuelta” Para que salieran, que el mar se venía con la segunda rellená. Ahí alcanzaron a arrancar y se salvaron todos.
Eso me tocó verlo, y avisarle a la gente pa que se salve. Yo andaba de mirón casi. Es una cosa que no ha visto antes y no piensa que va a venir. Nosotros pensamos que era alguna maldad que estaban haciendo los dueños del barco, una bomba que hubieran tirado pero no fue eso, fue el sismo que se produjo en el océano. Después se veía una piedra pómez que flotaba, de esa botó el mar acá afuera. Por eso pensamos que reventó un volcán y salieron esa clase de piedras (Modesto Antecao).
Vida de gato.
Ese día Carlos Peña había salido con dos compañeros a la pesca, andaban por Maullín, frente al Pangal.
Calamos la red, hicimos fuego para tomar un mate, cuando empezó el movimiento de tierra, el bote se nos dio vuelta, ahí murieron mis dos compañeros. Los pasó a buscar una mar, una ola grande.
Al primer compañero lo perdí en la primera ola grande lo pasó a redar al tiro, los dos cayeron ahí y yo me salvé porque me metí adentro del bote, sino no estaría contando la historia.
Ahí ya quedé solo adentro del bote, lleno de agua, y con la ropa rota. La fuerza del mar me sacó para afuera, para el Canal de Chacao, y después una marejada grande que vino me volvió a tirar para adentro para la barra, me tiró a la isla (Amortajado) y después a Quenuir, ahí andaba con los ataúdes al lado, porque el mar barrió con el cementerio de Quenuir, se venían las casas con la gente en el segundo piso, gritando, llegaba el mar, los agarraba y se terminaba la función, los chanchos, las gallinas, todo se llevaba.
De las tres a las nueve de la noche anduve en el agua. Fue el destino no más, no estaba para morir, como a las 9 de la noche salí para Quenuir. En ese momento uno no piensa nada, no tiene miedo, no tiene nada, uno queda como trastornado de la cabeza. Al final fui a quedar por Chuyaquen, ahí estuve como cinco días, porque estaba todo lleno de agua. En Maullín habían pasado censo y me tenían en la lista de los muertos.
Cuando llegué a Maullín estaba todo patas arriba no pillaba a mi gente, a mi mujer, a mi chica, estaban en la escuela. Cuando llegué fue igual que si hubiese llegado un presidente. Tremenda historia, si a mí me dicen que tengo vida de gato. Después del maremoto volví a trabajar en el mar. Sin temor (Carlos Peña).
Desde Pinuno a Quenuir Bajo
Antes del maremoto había como dieciocho personas de Maullín y Quenuir que habían salido a trabajar el loco por Estaquilla y Pinuno. Andaban Coque Lastra, Coque Díaz, Saladino Hernández, Braulio Reyes, Carlos García, Artemio Vera, Luciano Ulloa, Nicolás Ojeda, Waldo Muñoz, René Serón, Horacio Hernández, Raúl González, Agustín Arismendi, y otros.
A la mayoría el sismo los pilló varados en Pinuno, en las ranchas. Algunos estaban limpiando o arreglando los motores, otros ya habían armado las lanchas, dejado los palos listos para sacar las embarcaciones, estaban almorzando antes de salir cuando empezó el terremoto.
Fueron más de ocho minutos de movimiento, veíamos caer los cerros, como sonaban, apenas nos sosteníamos de la embarcación que estaba varada.
Cuando vimos como se estaba recogiendo el mar, cientos de metros, nos fuimos para arriba porque había un buzo de Carelmapu que sabía y nos dijo que después iba a salir el mar. Nosotros no teníamos ni idea, de no ser por él nos hubiera pillado el mar. Donde habíamos estado pasó el mar, de ahí baldeó todo el cerro, pasó una tremenda altura de arena y siguió para el otro lado. Cuando ya se fue pa abajo, nosotros vimos como se hacían pedazo las lanchas. Uno dijo que tratáramos de salvar algo, yo dije: “si con suerte nos salvamos nosotros”
“Vámonos pa Quenuir a ver a nuestras familias”, dijo uno, y empezamos a caminar. Al que encontrábamos en el camino nos decía “No sacan nada con ir a Quenuir, están todos muertos. Allá no quedó nadie” Después decidimos que era mejor no preguntarle a nadie. Esa noche nos amanecimos afuera, no podíamos pasar, estaba todo inundado, y nos fuimos donde las personas del campo que estaban arrancados igual. (Horacio Hernández)
De ahí tuvimos que bajar a una pampa y de ahí una ladera, subimos corriendo y a cada rato había movimiento, cuando llegamos a la parte de Quillagua ya había pasado una media hora y lo que es esa parte del cerro de Quillagua a Maullín, por Amortajado, eso estaba seco, con posas no más, se veían los chapos, vimos cosas que nunca habíamos visto. Eso estaba seco y en ver esa barbaridad, miramos hacia Chiloé, eran como las tres y media de la tarde y vimos un humo en el vértice más alto de Chiloé, era que el mar pegaba en el cerro y subía. Cuando nos fijamos, desde Chiloé a Quillagua era una sola ola que venía, pero era una pared de agua negra, no sé qué altura, porque no quisimos ver más, pensamos si esto llega aquí nos ahogamos, entonces cada uno hizo sus oraciones. Mi familia estaba en Quenuir, en un bajo, ahí no quedó nada, pasaron las olas por encima. Entonces yo dije: “Si se salva mi familia y me salvo yo, no trabajo nunca más como buzo”. Ahí hice mi juramento. Dejé de trabajar de buzo desde ese entonces.
Después empezó a lloviznar, encontramos un hombre llorando con sus hijas, ahí nos quedamos esa noche y empezó a subir gente que se había salvado, nos quedamos debajo de una mata de quila, pusimos unos tablones y ahí esperamos la noche. A ratos temblaba, llegaba más gente. Seríamos unas cuarenta personas. En la mañana llego Colichun un amigo mío, llegó mojado, “me salvé” -me dijo- “quede colgado de un árbol.” Le pregunté por mi familia “Parece que se la llevó el mar me dijo.”
De madrugada alguien encendió una vela, y rezamos el rosario, fue bien triste. Al rato empezó a aclarar un poquito, y como seis personas partimos a ver qué paso en Quenuir.
Nos trasladamos a Quenuir alto, donde René Serón tenía una casa un poco mas afuera de Quenuir, ahí llegamos a saber noticias. Hasta el otro día vimos que llegó la lancha y venía mi familia arriba, esa lancha era para cuarenta personas y venían como setenta entre adultos y niños que se salvaron. Esa vez murieron setenta y seis personas en Quenuir (Jorge Lastra).
Se perdió el Flaco González
Todos alcanzamos a entrar ese día, el único que no llegó fue el Flaco González, un amigo de Carelmapu que estaba aquí en Maullín. Yo lo alcancé por la salida de Estaquilla, había quedado en pana. Venía navegando a remo, despacito y cargado. Yo le dije que tirara su cabo para remolcarlo, y me dijo que no: “Déjalo no más si yo vengo despacito.” (A. Arismendi)
Después pasó por Pinuno, cerquita de la costa, donde estábamos arranchados almorzando. Ahí le hacían señas para que venga a tierra, a almorzar, que después le hacíamos el remolque, pero no quiso. Cuando empezó el movimiento de tierra don Carlos dijo “A González lo va a agarrar en el mar”. Eran tan amigos. (Horacio Hernández)
Así fue, la marejada los sorprendió en el mar, a la altura de Quillagua. González era patrón y buzo, con él venían tres tripulantes. Todos fallecieron: Chito Saldivia, Totoa Cornejo, y un chico Paredes. De los cuatro, encontraron a dos: Chito Saldivia apareció en las dunas del río Maullín, y Totoa fue a aparecer en Quemchi, Chiloé. Mi viejo (González) y Paredes no aparecieron nunca. La lancha varó en Mar Brava (Carelmapu) afuera en la playa. Ahí apareció la lancha solamente, sin motor, ni compresora, ni nada. (Lito Saldivia). (Escafandras bajoel mar; Ed Cuarto Propio, 2009, pags:82-86)

martes, 18 de mayo de 2010

Lanzamiento del libro "Caleta El Membrillo: más allá de las postales"


Estamos muy felices de poder contar a todas y a todos que el día sábado 22 de mayo de 2010 se lanzará "Caleta el Membrillo: más allá de las postales". Se trata de la publicación de la investigacion social e histórica acerca del devenir de esta caleta de pescadores del Gran Valparaiso. Un lugar importante para la pesca artesanal sin duda, pero tantas veces reducido solo a una pieza del folcolre, y con ello ignorando que la caleta el membrillo representa un espacio y un sector productivo que demanda mayor desarrollo en todos los territorios y ambitos. Los autores, profesionales de la antropologia, han desarrollado un vinculo etnográfico con el mundo de la pesca artesanal que lleva varios años, por lo que prevemos que sus observaciones serán muy veraces y cercanas a la realidad.

Invitamos a todos a participar de este momento, en escafandras bajo el mar sentimos a esta publicacion como una obra hermana, y estamos seguros que nuestros esfuerzos conjuntos darán fuertes y fértiles frutos. ¡Felicitaciones Cathe, Daniela y Jorge!

viernes, 23 de abril de 2010

EL CALEUCHE EN MAULLÍN


Otro elemento de la cultura chilota y territorios continentales cercanos, es la creencia y fuerte presencia en el imaginario de la población de seres mitológicos, los que son parte del escenario habitual y con los que se convive en el cotidiano.

si bien respecto a este tema no existe un discurso homogéneo en los relatos, en algunos testimonios aparecen situaciones de contacto o avistamiento, principalmente del Caleuche y de brujos.

El Caleuche es un barco fantasma que surca los mares aledaños a la Isla de Chiloé…. En su cubierta se realizan fiestas y bailes y se escucha una música maravillosa… Una de las formas en que Caleuche enrola a parte de su tripulación es por medio de una transacción comercial: los padres entregan a sus hijos por dinero y a cambio de ser surtidos permanentemente de mercaderías. Después de una año el “tripulante Caleuche” tendrá permiso para visitar a sus parientes; peros su conducta será extraña, taciturna y callada... .

Don Guayo cuenta que el Caleuche se veía aquí en Maullín, se veía un barco con luces, con música, la mejor música que había. Harán unos veinte años, andábamos para arriba con mi primo en un bote a remo, por el lado de Peñol, teníamos que ir a arreglar un motor, entonces nos fuimos a remo y de repente el río se empezó a cerrar de niebla, al rato no vimos ni una cosa, andamos dando vuelta ahí mismo, vuelta y vuelta, estuvimos como dos horas ahí, a la vuelta. Estábamos en una sola parte no más, y remando entre cuatro, eso nos pasó.

Cuando salíamos a la pesca con redes, quedamos afuera en tierra, hacíamos fuego y dejábamos la red calada a medio, ahí mirábamos cuando pasaba para arriba, iba para arriba para el río, por ahí tenía gente que lo esperaba. Por el Castillo pasaba a quedar un rato y de ahí se iba para arriba. Iba con música, iluminado el barco entero, no se veía gente, pura música, fuerte, se sentía fuerte y, antes, a la orilla del río estaba tapado de monte, no es como ahora que está todo limpio. Antes no, antes a la orillita del agua estaba la montaña, puro bosque, así es que la gente estaba lejos como para escuchar.

Nosotros ya sabíamos lo que era, porque los antiguos decían que en tal parte llega el barco, en tal parte hay uno que le entrega cosas. En Sebastiana había uno que le entregó una hija.

Yo no le tuve miedo nunca, si uno le tiene miedo peor, hartas veces lo vi, cuando íbamos a la pesca acá en el río Maullín.

DESEAMOS UN DIA DEL LIBRO FELIZ PARA TOD@S

Las instituciones que reprensentan a gran parte de la humanidad, en este caso la UNESCO, han decidido que todos los dias 23 de abril de cada año se celebrará el día mundial del libro, en honor al fallecimiento de los más grandes autores de la Literatura Occidental: Shakepeare y Cervantes.

Por este lado sur del mundo, acatamos también este día como el día del libro, en honor a los grandes maestros de la literatura europea pero en el fondo tambíen lo celebramos porque reconocemos el valor que este producto de la humanidad (la escritura se da en cientos de sociedades y culturas y no solo en europa) representa para el desarrollo humano actual.

Nosotros en "Escafandras bajo el mar" nos encontramos en una posición aun más próxima, puesto que recién los días 10 de febrero y 20 de abril hemos dado a conocer nuestro libro en Chile, mostrando a todo el mundo como piensan los buzos mariscadores del sur de Chile y toda la cultura sureña.

No obstante, la situación actual de los libros en chile no es muy auspiciosa, sino todo lo contrario. Nuestra realidad de los libros se puede resumir en que no existe una política de estado en torno al papel que juegan los libros en nuestra sociedad, volviendose éstos un producto para privilegiados que pueden comprarlos a los altos costos que tienen en las librerías de nuestro país. Así, el conocimiento es segregado y la sociedad fragmentada creando grupusculos de mandarines dueños de las escritura y un público lector extremadamente restringido frente a una masa cada vez mas alejada de la lectura de libros.

Concientes de este escenario propusimos a fondart donar el 50% de nuestro tiraje, quedando cerca de 100 ejemplares gratuitos solo en la comuna de Maullín. el resto fue socializado entre los amigos familiares y sobretodo entre los pares profesionales, quienes serán los responsables de juzgar nuestra obra. pero el hecho de que esté el libro en el territorio tiene un impacto super profundo tanto en la cultura local como en el habito de sus habitantes por la lectura.

como dice el título de esta entrada, deseamos un día del libro para todos, no solo para quienes tienen la oportunidad de comprarlo.

martes, 20 de abril de 2010

ESCAFANDRAS BAJO EL MAR



Video "micro documental" sobre el lanzamiento de "Escafandras bajo el mar" en la décima region, realización de Joaquín Cacciuttolo. Este material va a presentarse hoy 20 de abril de 2010 en el lanzamiento del libro en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, ubicada en Condel 343, Providencia, Santiago. no falten!

jueves, 15 de abril de 2010

Algunas citas del libro


Eugenio "Melena" Paredes (1889 -1961)
más conocido como Melena Paredes, fue el primer buzo escafandra que llegó a trabajar y vivir a Maullín. Su hijo, Salvador Paredes, nos contó parte de su historia.

“Melena nació en los Muermos, en una familia de agricultores. A los 18 años fue con su padre, don Vicente Paredes, a Corral y se enlistó en la Armada, en la Marina de Guerra. Ahí comenzó a navegar, andaba siempre embarcado, estuvo embarcado en el Blanco Encalada como buzo de salvataje.

En la Marina aprendió el buceo y los fines de semana trabajaba de manera independiente. Así le gustaba más, le gustaba ser libre, por eso a sus embarcaciones les ponía “Libertad 1”, “Libertad 2”, a todas les ponía Libertad, eso le gustaba.
Cuando dejó la Armada compró un equipo de buceo en un remate de la Marina en Talcahuano, de ahí pasó a trabajar dos años a Corral y de ahí se vino en un bote de siete metros. Se vino a vela y remo hasta Maullín, tenía como treinta y dos años cuando llegamos acá, cerca de 1945. En esa época no había nadie que trabajara de buzo.

Aquí se dedicó a sacar choros, pero poco, para consumo de las poquitas personas que había. La gente del campo que estaba en buena situación eran sus mejores clientes: ganaderos, madereros, agricultores que tenían de todo, no se hacían problema en comprar un saco de choros para la semana o el fin de semana.

En ese tiempo vivíamos en Lepihue, dejábamos la chalupa donde Carlitos García, en ese tiempo no había muro costanero, ni muelle tampoco, los sitios de las casas llegaban hasta la playa, Muelle Cariquilda le llaman ahora. En Lepihue la gente se dedicaba a la agricultura y a hacer carbón, que se usaba mucho en esos años. Acá en Maullín la mitad de la gente tendría estufa, el resto usábamos brasero con una rejilla arriba para poner la olla. Y como la familia se movía tanto no íbamos a andar embarcando la estufa.

También estuvimos arranchaos en Quenuir bajo, allá la gente trabajaba en la tejuela de alerce, iban a Estaquilla, Río Techao, ese era su trabajo: tejuela corta o larga. Las llevaban en chatas hasta San Pedro, iban a remo y vela, bien cargaos. Lo único que los salvaba es que cuando naufragaban no se iban a pique. Después encontraban la chata flotando y los tripulantes amarrados al palo, pero no se hundían por el alerce. Las tejuelas iban amarradas al bote pa que no se les fueran con alguna ola grande. Y además, así no se hundían.

En nuestra familia siempre andábamos viajando. Estábamos en Chonchi, unos dos, tres meses, se aburría mi papá: “Ya, mañana nos vamos pa Maullín.” Echábamos pan, café, azúcar, sal y manteca en una caja, al otro día en la mañana embarcábamos y nos íbamos nomás, así, sin aviso. A veces no había viento así que salíamos a remo. Para llegar a Chonchi desde aquí (Maullín) demorábamos tres días, a vela y remo. En esos tiempos no se conocían los motores.

Una vez estábamos en Melinka: “Ya, nos vamos a Quellón no más” dijo mi papá, mi mamá y los cuatro niños lo seguíamos a todas partes.
Me acuerdo de una vez que estábamos en Ancud y al otro día en la mañana nos fuimos a vivir a Puelo. Dejaban su casa encargada y nos íbamos nomás. Tenían su casita en Chonchi, Puelo, Maullín y Lepihue. Dejaban abandonado un año volvíamos un par de meses y partíamos otra vez.

A veces, después de pasar un susto, nos íbamos a otro lugar. A los dos, tres meses estábamos de vuelta. Se le pasaba el susto a mi papá y volvíamos, siempre andaba con eso.

Desde octubre o noviembre nos veníamos a Maullín y estábamos aquí hasta abril, después no había curanto, bajaba la demanda de su producto, y en Chonchi se ponía bueno el negocio de los choros, pasaban los barcos a buscar pa llevar a Puerto Montt. Hasta seis meses estábamos fuera de la casa. A pura rancha no más.
Mi papá era caletero. Anduvimos por las Guaitecas. También vivimos en Puerto Aguirre, yo tenía como seis años cuando salió a Puerto Edén, anduvo como tres meses y de repente volvió a Puerto Aguirre, donde estábamos con mi mama y mi hermano. Llegó con un tripulante indio, le decían el chonque y no tenía ningún nombre más.
Mi papá decía que en Puerto Edén estaba con todo el “indierío”, así decía. Contaba que había hartos indios, decía que la gente civilizada abusaba mucho de ellos, que andaban en canoas y que cuando los veían pasar se acercaban a pedirles víveres, y los cambiaban por pieles de nutria (coipo) o lobo. Así es que mi papá después llegaba a la casa con esos cueros.

Melena se dedicó hasta los setenta años al mar y un año después falleció. (Salvador Paredes)


(Escafandras bajo el mar, 2009: págs 23-24)

Tenemos flyer oficial!


adjuntamos a la anterior invitacion el afiche publicitario oficial de la Universidad, esperamos que les guste y bueno, que todos asistan el martes!!!

Lanzamiento de Escafandras bajo el mar en Santiago


Queridas amigas y amigos

Estamos felices por todo el apoyo, felicitaciones y buenas críticas que ha recibido el libro también en Santiago, ha sido realmente muy satisfactorio. Gracias a ello es que se suma a la promoción que este proyecto tuvo en el territorio, la promoción y distribución de ejemplares de Escafandras bajo el mar entre nuestros profesores, maestros y pares de las Ciencias sociales, las humanidades y por supuesto a todo el público capitalino en general. Quisieramos invitar a todos a compartir el lanzamiento de Escafandras bajo el mar en nuestra casa de estudios, la Academia de Humanismo Cristiano el día martes 20 de abril de 2010 a las 18 horas.

Adjuntamos el archivo jpg. de la invitación a este gran momento para que todos asistan y se sumerjan en las frias profundidades de los mares del sur.

viernes, 5 de marzo de 2010

Nuevos proyectos


A partir de la buena acogida que ha tenido este proyecto han surgido importantes nuevas propuestas que, además de dar continuidad a este proyecto, abren todo un mundo para seguir descubriendo. En primer lugar, existe la posibilidad de realizar nuevas presentaciones del libro tanto en Santiago, como en ciudades de la Decima Región (osorno, Puerto Montt y Ancud).
Junto con la difusión del libro, han surgido nuevas ideas entre las que destacan la publicación de una antología de cuentos y relatos de Don Jorge Lastra, entre otras sorpresas.

ÉXITAZO EN MAULLÍN!


Todo un éxito resultó el lanzamiento de nuestro queridísimo libro "Escafandras bajo el mar". La actividad se llevó a cabo el día Miercoles 10 de Febrero de 2010 en la sala de conferencias de la Federación de pescadores artesanales de Maullín FEDEPESCA. A la actividad concurrieron alrededor de 100 personas, entre las cuales se encontraban 14 buzos escafandras protaginstas y coautores del libro. La actividad contó con la presencia de autoridades locales y regionales y con la presentación de Patricia Medina Borquez, gestora cultural y encargada de la Biblioteca Municipal de Maullín, "Federico García Rival".
El equipo de Escafandras bajo el mar agradece el masivo apoyo brindado por toda la comnudad a este pequeño aporte al patrimonio cultural del sur de Chile y también agradece la corbertura de los medios de la región, desde Osorno hasta Ancud.
Nos sentimos orgullosos y profundamente satisfechos con el trabajo realizado.

jueves, 4 de febrero de 2010

difundiendo camino al territorio


Hola a tod@s
Saludamos desde el sur de Chile y el mundo y aprovechamos de contarles como va la parte final de este bello proyecto. Arribamos hoy en la mañana a la ciudad de Osorno donde estamos invitados al programa "lluvia en el aire" transmitido por radio SAGO Osorno desde las 15:00 hasta las 16:00 hrs. hora de Chile. En el programa contaremos entre otras cosas de que trata el libro, como nacio, como se realizó todo y en que seguimos para adelante. El programa será posible escucharlo on line por el www.radiosago.cl en el horario señalado.

Mañana estaremos en radio bio bio Puerto Montt y el canal de television "Vertice tv" tambien de Pueto Montt. Esperamos dar a conocer y difundir el proyecto tambien en los medios locales de Maullín como radio Pangal y TVM canal 2. En Ancud esperamos realizar una nota de prensa con la radio Estrella del mar de Ancud, para lo cual estaremos informandoles cuando sea el momento. esperamos tamben que las notas de prensa queden en las respectivas paginas web de los medios para que asi puedan todos acceder a la informacion sobre los escafandras bajo el mar.

Queriamos contarles tambien que pronto estaremos insertando extractos o fragmentos del libro en este blog, para que sea mas entretenido y asi quienes no tienen el libro se vayan introduciendo en este bello mundo y se motiven a comprarlo. hasta pronto.

sábado, 23 de enero de 2010

Al sur los pasajes!!!

El proceso no ha terminado, y con el libro publicado y ya algunas copias vendidas, el equipo ha conversado y a decidido: programamos el Lanzamiento Oficial de "Escafandras bajo el mar" para el dia 10 de febrero de 2010 en la Sala de Conferencias de la Federación de pescadores de Maullín, Calle O`higgins s/n. La idea de realizarlo en el territorio se debe en primer lugar para mostrar los resultados de la investigación que realizamos y tambien retribuir la recepción que ha tenido este proyecto en la comunidad. También para aprovechar de hacer, desde las organizaciones de pescadores artesanales, un homenaje a los primeros pescadores artesanales (como los conocemos ahora) del territorio.

El evento tiene un programa bien nutrido y ofrece algunas sorpresas. si puede asistir le recomedamos que vaya, va a estar muy bueno.
Un equipo de avanzada recorrera algunas ciudades del sur (Osorno, Puerto Montt, Maullín, Ancud) desde los primeros dias de febrero, participando de entrevistas y programas radiales. La idea es darle la mayor salida para que ojala en todo el sur se sepa que hay un libro que habla sobre los buzos de escafandra.
Están programadas tambien otras presentaciones en Santiago y regiones pero todo depende de los primeros resultados y la distribución de los ejemplares.
cambio y fuera pero prontamente informando.

martes, 12 de enero de 2010

Habemus libro!!!


¡Al fin es una realidad! Mucho costó parir a este crio dificil de domar, pero finalmente nacio, se dio a luz y ahora es un hecho: ESCAFANDRAS BAJO EL MAR en las mejores librerias del país. El libro está lindo, buen contenido, buen diseño y bueno el material. Como siempre el presupuesto dejando fuera muchas cosas.

El tiraje fue de 500 ejemplares, copias de las cuales 100 van al Consejo Regional de Cultura y las Artes X° Región (por contrato), 100 se distribuyen en bibliotecas publicas y liceos de la region (tambien por compromiso con fondart) siendo el resto distribuidos por autores y editorial. Personalmente los autores sienten un compromiso con todos los buzos escafandras vivos, tanto quienes dieron su testimonio como quienes no, y colaboradores dentro y fuera del terriorio. Mínimo una copia para cada uno de ellos y gracias. El resto se promocionará y comercializará de acuerdo a su demanda.

Recuerde "Escafandras bajo el mar" en las mejores librerias del pais.